¿Has oído hablar de marca personal o personal branding?
Estoy convencida de que sí.
Y es que vivimos en un entorno cada vez más competitivo, en el que podemos encontrar excelentes profesionales, formadas y con experiencia.
Peeeeeero no todas ellas son capaces de dejar huella, generar confianza y transmitir de manera eficaz su forma de hacer las cosas.
¿Entonces?
¿A qué nos referimos cuando hablamos de marca personal?
Tu marca personal es lo que te diferencia de las demás profesionales, lo que te hace única y genuina.
Pero no solo eso.
Tu marca personal te permite destacar y determina que seas «la elegida» frente a otros colegas, porque te has convertido en una profesional de referencia en tu sector.
Interesante, ¿verdad?
5 razones de peso para invertir en tu marca personal.
Si estás decidida a posicionarte como una profesional de reconocido prestigio, olvídate de «las prisas».
Tu marca personal no se crea de un día para otro y no se puede improvisar.
Por eso es importante que traces un plan y que lo sigas fielmente.
Y hablaremos de ello enseguida.
Antes, quiero repasar contigo las razones por las que invertir en tu marca personal NO es algo opcional.
Tu marca personal es lo más valioso que tienes como profesional, y esto es lo que puede aportarte:
1. Te re-descubrirás a ti misma.
¿Sorprendida?
Pues debo decirte que este punto de autoconocimiento es el más complicado.
Aunque de manera natural pienses que esto «lo tienes superado«, te recomiendo que dediques tiempo y energía a definir tus aptitudes y actitudes.
Ten en cuenta que:
Si no eres capaz de decir sin pestañear cuáles son tus valores, y en qué eres realmente buena, no vas a poder transmitírselo a nadie.
No des nada por supuesto.
Dedica tiempo a re-descubrirte porque realmente merece la pena.
2. Conseguirás que se valore tu trabajo.
¿Te imaginas trabajando en exclusiva con pacientes que te admiran y te valoran como profesional?
¿Sueñas con presentar un plan de tratamiento y que tu paciente lo acepte porque quiere que le trates tú?
¿Y cómo cambiaría tu vida profesional si los pacientes te buscaran a ti, en lugar de buscarlos tú a ellos?
No vuelvas a sentir que alguien menosprecia tu trabajo, ni admitas que te regateen el precio de tus servicios.
Vuelca tus esfuerzos en tu marca personal y recoge los frutos.
3. Transmitirás más confianza.
La confianza es uno de los cimientos más poderosos de cualquier relación: personal o profesional.
Sin confianza, no hay venta.
Por eso es fundamental que generes esa confianza en tus pacientes potenciales.
Actuar con transparencia, ser coherente y cumplir lo que prometes, comunicarte de manera eficaz y desarrollar tu empatía y tu capacidad de escucha, son solo algunos de los puntos clave para lograrlo.
4. Te posicionarás como una profesional que aporta valor.
Ya sea como directora de una clínica o como propietaria.
Tu formación no es algo «exclusivo», pero tu experiencia profesional, tus capacidades y tú misma, sí lo sois.
Y eso es lo que debes potenciar y comunicar.
5. Te convertirás en la mejor opción entre todas las opciones.
La especialización actúa aquí como tu gran aliada.
¿Eres realmente brillante en un área muy concreta dentro de tu sector? ¡Fantástico! Házselo saber al mundo.
¿Estás en proceso de especialización? Muy buena decisión.
La especialización te abre las puertas en un mercado cada vez más saturado y competitivo.
Te pongo un ejemplo real.
En mi caso, después de trabajar durante 15 años en varias clínicas dentales ocupando todos los puestos que puedas imaginar, descubrí una nueva vocación: el marketing y la comunicación.
Por eso decidí formarme en este área y tuve clientes en diferentes sectores (arquitectura, turismo, eventos, alimentación…). Sin embargo, a día de hoy, solo trabajo con profesionales del sector salud, belleza y bienestar.
¿Por qué? Porque mi formación y experiencia previa en el ámbito sanitario me convierten en una profesional altamente especializada en ese área. Y eso es lo que mis alumnos y clientes del sector de la salud valoran en mí.
Tiene sentido, ¿no crees?
Ahora que ya hemos visto «por qué» apostar por tu marca personal, vamos a ver «cómo» hacerlo.
5 pasos para crear una marca personal deslumbrante.
Crear tu propia marca personal es como una carrera de fondo.
Vas a tener que dedicarle tiempo y energía.
Deberás ser paciente y perseverante.
Pero merece la pena.
Porque TÚ eres tu mejor inversión.
Ahora bien, antes de que empieces a dar bandazos y que eso se traduzca en una pérdida de tiempo, te recomiendo que traces un plan de acción.
Porque, tal y como te comentaba antes, crear y posicionar tu marca personal es algo que no se improvisa, se planifica.
Y estas son las 5 fases del proceso.
1. Define el punto de partida.
¿Dónde estás ahora mismo?
¿Cuál es tu punto de partida?
Piensa que este plan, te permite ir de un punto A a un punto B, mostrándote cuál es el camino que debes recorrer.
Si no sabes dónde te encuentras ahora y cómo has llegado a estar ahí, no puedes seguir avanzando.
2. Ten claros tus objetivos.
¿Hacia dónde quieres ir?
- ¿Tu proceso de posicionamiento te lleva a especializarte dentro de tu sector?
- ¿Vas a pasar de trabajar por cuenta ajena a hacerlo por cuenta propia?
- ¿Te planteas abrir tu propia clínica (si aún no la tienes)?
- ¿Vas a ofrecer algún servicio online (videoconsultas, cursos online, consultoría…)?
Es fundamental que tengas claros tus objetivos porque, dependiendo de ellos, utilizarás unas herramientas u otras.
3. Ponles fecha.
Somos procrastinadoras por naturaleza, por eso es tan importante que marques fechas y plazos.
¿Cuándo llevarás a cabo tus acciones? ¿Cuáles con los plazos? ¿Qué acción tiene prioridad frente a otra?
No te separes de tu calendario, comprométete con él y cumple.
Lucha contra esa tendencia natural a demorar o retrasar tus tareas, y ten en cuenta que estará aún más presente cuando tengas que tomar decisiones especialmente duras o complicadas (dejar un trabajo, abrir una clínica, decirle adiós a una socia…)
4. Pasa a la… ¡acción!
La fase de planificación está muy bien.
Y te mantiene en tu zona de confort.
Pero no te sirve de nada si no actúas.
Así que llega la hora de «arremangarse» y ponerse manos a la obra.
Para ello debes seguir tu hoja de ruta y es importante que te mantengas focalizada.
No caigas en la improvisación ni te «disperses».
Si vas a dedicar tiempo y esfuerzo a alguna acción, o te hacen una propuesta que no tienes del todo clara, párate un momento a pensar y pregúntate: ¿esto me acerca a mi objetivo?
Si la respuesta es que no, ya lo tienes claro.
Y, ante la duda, si crees que puede aportarte un mínimo beneficio, adelante.
Pero controla muy bien el tiempo y esfuerzo que tendrás que dedicar, para que no se resientan otras acciones más importantes.
5. Mide los resultados (y prémiate por ellos).
¿Cómo ha ido tu plan? ¿Lo estás consiguiendo?
Comprueba si tus esfuerzos se están traduciendo en los beneficios que esperabas y, si es preciso, reconduce las acciones que han «pinchado».
Piensa en esto como en tu navegador del coche. Cuando vas conduciendo de un punto a otro, sabes dónde estás y a dónde quieres llegar.
Cuando te desvías de la ruta escuchas el mensaje de «recalculando«…
Debes ser capaz de hacer este trabajo de «recalcular» y adaptarte a las situaciones que no has podido prever, porque tu plan no es algo estricto e inflexible.
Y, algo súper importante, y que casi siempre se nos pasa por alto.
Prémiate.
Cuando alcances tus pequeños o grandes logros.
Porque te lo mereces. Y lo sabes.
Ahora dime, ¿decides apostar por ti? ¡Felicidades!
Cuéntame en los comentarios qué estás haciendo para potenciar tu marca personal. Estoy deseando conocer tu experiencia.