Como líder de tu clínica, sabes que el tiempo es uno de tus recursos más escasos.
Pero, ¿y si pudieras incorporar una rutina productiva que te proporcionara lo que verdaderamente necesitas para tener éxito el resto del día?
Sí, la otra opción es quedarte en la cama y apagar la alarma una y otra vez 😉
Pero tu día puede cambiar por completo con este ritual, y apenas necesitas invertir 30 minutos.
30 minutos todas las mañanas es la rutina productiva que necesitas para deshacerte del estrés del día.
Mmmmm, ¿solo media hora?
Si, verás como en pocos minutos sentirás que tu día fluye como el agua.
Tal vez ya estés haciendo algunas de estas cosas, pero si sigues estas pautas, tomando el tiempo justo en cada actividad y lo haces durante algunas semanas, te encontrarás saltando de la cama cada mañana preparada para enfrentarte a todo lo que te espera durante el resto del día.
Anímate, son solo seis tareas las que necesitas para ser súper productiva.
¿Preparada?
6 Rutinas que te ayudarán a deshacerte del estrés el resto del día.
Antes de empezar quiero aclararte que el orden para realizar cada paso es exclusivamente personal, y que lo más importante es darle el tiempo exacto a cada tarea.
Así que volvemos a la escuela para recordar aquel clásico de las matemáticas: “El orden de los factores no altera el producto”, pero el tiempo sí lo alterará.
1. Estírate (dos minutos).
Conforme vamos cumpliendo años (y aunque estamos estupendas) cada vez somos menos flexibles.
Debes evitar a toda costa que el estrés se apodere de tus músculos.
Así que tómate dos minutos para estirarte y aumentar la flexibilidad de tu cuerpo y mente.
2. Ejercítate (diez minutos).
Hacer ejercicio es fundamental para alcanzar el éxito.
Aunque te dé pereza hacer ejercicio a primera hora de la mañana, tranquila, no se trata de ponerte en forma y tener el cuerpo perfecto.
Se trata de moverlo para ejercitar tu cerebro y tus ideas.
De esta forma el cuerpo tendrá la energía suficiente para cuando quieras ir al gimnasio después (si es que vas).
En este punto podrás hacer lo que creas conveniente para tu cuerpo, desde correr, caminar, hacer yoga, montar en bicicleta, nadar…
El secreto es que le des el movimiento que necesita.
3. Enfócate (siete minutos).
¿Cómo pueden siete minutos de enfoque ser diferentes a la meditación?
La clave es la intención después de la acción.
En la meditación se busca introducir silencio en el cerebro, no enfocarte en acciones, pensamientos, listas de asuntos pendientes o cualquier otra cosa que no sea la respiración.
En el enfoque, te puedes poner una alarma y durante ese tiempo pensar en todas las cosas que vas a hacer durante todo el día.
Esto no tiene que ver con tu calendario, sino con ordenar prioridades.
El punto es clasificar todos los temas pendientes del día y ponerte metas mentales antes de salir de casa.
Pensar cómo quieres que resulte el día para que cuando te acuestes por la noche puedas ver en retrospectiva tus logros y te propongas tener mejores resultados para el día siguiente.
4. Medita (ocho minutos).
Muchas personas cometen el gran error de pensar que tienen que meditar durante 30, 40 o hasta 60 minutos para experimentar los resultados de la meditación.
Personalmente, me he dado cuenta que ocho minutos dedicados a la meditación es una buena forma de comenzar el día con la mente clara y calmada.
Ocho minutos dedicados a la meditación son más que suficientes para comenzar el día con la mente clara y calmada.
Puedes hacerlo durante 10 minutos o más, pero para mí ocho es el número perfecto.
Se trata de alcanzar algo de tranquilidad y silencio en tu mente.
Te sugiero esta playlist de meditaciones de Paz Calap en Spotify. Muy potente.
5. Lávate los dientes (dos minutos).
Si, ya sé, ¿qué tiene que ver que me lave los dientes para ser productiva?
La verdad es que bastante, y a continuación te explico por qué.
Deshacerte de las bacterias en 2 minutos te renovará el resto del día.
Así que toma tu tiempo para cepillarte los dientes y la lengua (si eres odontóloga, esto ya lo sabes de sobra), y prepárate para el último paso.
6. Toma agua (un minuto).
¿Agua?
Si, agua.
Del mismo modo que tu boca está seca, el resto de tu cuerpo y tu cerebro necesitan hidratarse después de dormir.
Así que después de haber limpiado tu boca, toma un gran vaso de agua.
Y, ¿por qué agua y no otro líquido?
Sencillo, el agua es signo de transparencia.
Lo que tu organismo necesita a primera hora de la mañana es limpiarte por dentro e hidratarte.
El agua ayudará a que te sientas totalmente ligera y fluirás en tus actividades diarias.
Hidratar tu cuerpo por un minuto te ayudará a fluir en tus actividades del día.
Después de estos seis sencillos pasos estarás lista para comerte el mundo.
Tendrás la flexibilidad, agudeza mental y fortaleza para enfrentarte a la competencia y terminar tu trabajo con todo el éxito planteado.
Y tú, ¿qué otro paso agregarías a estas rutinas mañaneras?
Te leo en los comentarios.