Tres claves esenciales para llegar a todo en tu día a día

Tres claves esenciales en tu día a día para llegar a todo

¿Te preguntas a menudo cómo ser más eficaz y llegar a todo?

Aquí tienes las tres claves esenciales en tu día a día: autoestima, confianza y seguridad.

¿Sorprendida? No lo estés.

Conocernos a nosotras mismas nos hace ser más productivas y ganar tiempo.

Ese tiempo que parece que se te escapa de las manos y por el que no paras de repetir:

“No me da la vida”.

Puede haber momentos puntuales en los que el tiempo se «encoja» y las tareas se eternicen, pero esto debería ser puntual.

Lo sé porque a mí también me ha pasado.

Sabía que para que mi negocio fuera efectivo, rápido y directo, además de saber en cada momento qué tenía que decidir, necesitaba seguridad en mí.

Pero hay momentos en los que la seguridad se esfuma y seguro que tu cabeza, igual que la mía, no para de dar vueltas a millones de cosas… a la velocidad del rayo.

De repente estás intentando tomar una decisión sobre un asunto concreto en la clínica y tu cabeza empieza a saltar de un lado a otro buscando alternativas, con nuevas ideas, opciones diferentes… te pierdes, te aturrullas, y ¡explotas!

¿Sabes en qué momento surge ese hervidero de ideas en tu cabeza?

Te pasa en un momento concreto.

Te pasa bajo unas circunstancias determinadas.

¿Sabes qué semanas y días eres «un hacha» y cumples todo lo que te propones?

Son esas jornadas en las que piensas: «Wow, ¡que día más productivo! ¡Está todo hecho!»

Y te sientes genial, es un día redondo.

Pues esto también te pasa en unas semanas concretas del mes.

Pero no tienes ni idea de por qué te pasa.

Ni por qué pasa como pasa.

Nos pasa igual a casi todas las mujeres…

¿Te apetece averiguar de qué se trata?

La clave está en conocerte, aceptarte y confiar en ti.

 

Conócete MUY mucho (mejor que tu propia madre).

Para conocerte no me sirve que me digas “mejor que yo, no me conoce nadie”.

O “a mí, ¿quién me va a contar cómo soy?

Pues te voy a contar que, normalmente, buscas en los demás que sean ellos tu referencia y tu espejo para reconocerte.

Lo que no te gusta, te irrita y te enfada, así que lo rechazas.

Lo que te agrada, lo aceptas y te envuelves en ello.

Pero esto no te sirve de nada.

Ya que lo que piensen los demás sigue pesando mucho en ti.

 

¿Te importa lo que los demás opinen de ti?

A todos nos importa y nos condiciona.

Los demás son buen reflejo, pero tú eres la que debe poder controlar cómo te influye.

Porque la responsabilidad de conocerte es tuya.

Y la mayoría de veces volcamos en los demás esa responsabilidad.

Te lo muestro por si estás un tanto desconfiada.

  • ¿Cuantas veces has pensado que tu pareja o tu madre, precisamente porque te conocen, «deberían saber» justo lo que necesitas en ese momento?
  • ¿Cuántas veces has repetido Parece mentira… ¡si soy siempre así!?
  • ¿Cuántas veces buscas en los demás lo que tú no eres capaz de hacer o de darte a ti misma?

Esta última pregunta es más difícil de contestar, pero si te fías un pelín de mí, te digo que lo haces mucho.

Lo hacemos mucho porque no nos conocemos lo suficiente.

Siempre hay un poco de miedo a descubrir cosas que no nos gustan y sentirnos mal.

Porque no habrá salida para disimular.

Igual… no somos tan «guays» como creemos.

Pero ya te digo yo que te estás perdiendo a alguien mejor y alucinante.

 

 

Obsérvate sin criticar y descubrirás dónde esta tu gran seguridad.

Es esencial que empieces a observarte a ti misma, pero de una manera determinada.

Nada de criticarte, ponerte a prueba, retarte o pedir a los demás consejo.

Que los demás nos digan cómo nos ven está bien, pero no es válido para el trabajo tan personal del que te estoy hablando.

De lo que te hablo es de SENTIR sin poner tierra de por medio, ni pensamientos, ni gente, ni nada.

Es estar contigo misma…

No te adelantes.

Es estar contigo misma entre tu equipo, entre tu familia, entre tu vida…

… entre los espejos que reflejan tu imagen y a ti misma.

Todo lo que descubras recolócalo junto a tu personalidad, tu carácter, tu ego y lo que siempre has creído que formaba parte de ti.

¿Lo tienes?

Pues déjame decirte que puedes transformarlo.

Mi propia experiencia con todo esto es que yo descubrí que mis puntos fuertes eran más fuertes de lo que su propio nombre indica.

Y les saqué todo el peso que tenían en cada situación personal y profesional.

Entendí que mis bajones de energía y mis momentos sensibles tenían un fin y los aproveché.

Para conocer qué es lo que me inquietaba, y poder apaciguarlo o solucionarlo, en lugar de tirarlo al cesto de la ropa sucia y que se amontonara como hacía hasta el momento.

Aprendí que el tiempo cada día y cada semana es distinto.

Una hora no tiene 60 minutos siempre.

Cuando lo descubrí, mi eficacia cambió y mi trabajo se multiplicó.

Y acepté verme diferente.

Y cuando te ves diferente, pero te reconoces, tu esencia se hace grande y tu sombra pequeña.

Los demás dejan de tener importancia como la tenían y solo la tienen los que verdaderamente importan.

¿Sabes cuánta energía y cuánto tiempo ganas con eso?

Descúbrelo.

Busca tu propio significado, gana energía, tiempo, amor…

Y el mejor reflejo de ti, con tus puntos, tus aristas y tus curvaturas.

 

Eres perfecta, ¿lo sabías?

Así como eres, aunque aun no te reconozcas del todo, eres perfecta.

Y tienes todo lo que necesitas para triunfar en lo que te propongas. En tu clínica, y en tu vida.

Porque todo en ti tiene un porqué, una causa y un fin.

Porque tu cuerpo te habla más que tu cabeza. Y no lo escuchas.

Porque tus emociones son más inteligentes que tus creencias. Y las ignoras.

Vamos a dejar de lamentarnos, vamos a ponernos las pilas, vamos a confiar en nosotras mismas.

¿Y tú? ¿Cómo vas de autoestima, confianza y seguridad?

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